La verdadera salud está en los pequeños pasos, no en los grandes saltos.
Lo que haces todos los días tiene más impacto que los esfuerzos esporádicos. Caminar 30 minutos diarios aporta más beneficios a tu cuerpo que caminar 3 horas un solo día a la semana.
Ayunar desde las 7 p.m. cada noche es más sostenible y efectivo que hacer ayunos extremos ocasionalmente.
Los hábitos son la base de tu bienestar. Las excepciones, aunque útiles a veces, no construyen la constancia que tu cuerpo y mente necesitan.
Haz del autocuidado un compromiso diario, no un evento extraordinario. Transformar pequeños actos diarios en hábitos es clave para una vida plena. No busques resultados inmediatos; el verdadero cambio está en lo que haces hoy y mañana.