El ejercicio regular ofrece múltiples beneficios en la prevención del cáncer de mama.
1) Reduce el nivel de estrógenos: altos niveles de esta hormona están asociados a ciertos tipos de cáncer de mama. 2) Mejora el sistema inmunológico: potenciando la capacidad del cuerpo para combatir tumores. 3) Controla el peso: la obesidad aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama, especialmente después de la menopausia.
4) Mejora la salud metabólica: previniendo la resistencia a la insulina, que puede estar vinculada a la aparición del cáncer. Incorporar actividad física regularmente disminuye el riesgo y mejora el pronóstico general de salud.