Sabías que hay una relación directa e intensa entre las emociones, los órganos y los síntomas que podemos experimentar.
De seguro has escuchado muchas veces que la mente controla al cuerpo. El funcionamiento biológico del cerebro es el que hace que esto sea así, que exista una relación entre pensamiento y cuerpo, entre emoción y síntoma.
Cuando tenemos un pensamiento negativo por más de un minuto en la mente, (si, leíste bien, solo por un minuto) nuestro sistema inmunitario queda aproximadamente por cinco horas en una situación de lucha / huida, por lo que, si estos pensamientos o emociones negativos se mantienen en ese tiempo, estaremos más predispuestos a contraer enfermedades por la debilidad del sistema inmunitario que nos protege.
Las emociones negativas destruyen, y las positivas lo contrario, tienen la capacidad de curar y hacernos felices.
Tenemos que aprender a vivir con nuestras emociones, buenas o malas y saberlas controlar, gestionar y comprender aunque no las exteriorizamos. Debemos saber que pueden indicar que algo no funciona bien y pensar que la enfermedad puede tener un origen emocional causado por algún tipo de sentimiento no manifestado como tal, que se proyecta en el plano físico.
¡En pocas palabras, debemos hablarnos bonito!