La salud emocional es una parte fundamental de nuestra salud en general. Si estamos emocionalmente saludables tenemos el control de nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos. Ser emocionalmente saludable no significa que todo el tiempo estemos felices; es más bien ser conscientes de nuestras emociones y poder lidiar con ellas, es decir, podemos tener sentimientos de enojo, tristeza, estrés, etc., pero podemos manejar esos sentimientos y entender cuándo un problema es más de lo que podemos manejar. Y lo más importante, que somos capaces de saber cuándo buscar ayuda de nuestro médico.