Hay alimentos de difícil digestión como el tocino, las partes tendinosas y cartilaginosas, así como las membranas de la res, el cerdo y las aves, también las preparaciones con alto contenido de grasa. Pero para tranquilidad de muchas personas, no es necesario eliminarlos por completo de la dieta; se trata solo de cancelar su consumo por un corto período, para posteriormente reincorporarlos con moderación, sobre todo aquellos alimentos que han sido claramente identificados como inconvenientes.
Para lo anterior es necesario consumirlos por separado y en porciones tan pequeñas como las que le ofreceríamos a un niño de edad preescolar, o llevar un diario de alimentos que ayude a precisar cuáles son las comidas que causan problemas. Un diario de este tipo puede revelar si una dieta está proporcionando o no los nutrientes adecuados. Al revisar su diario de alimentos, su nutricionista dietista puede ver si usted está recibiendo las cantidades diarias de nutrientes recomendados, y de no ser así, podrá sugerirle maneras de corregir y mejorar su dieta.