Una de cada diez personas que son admitidas en un hospital necesita sangre, si ya has donado sangre, sabrás que es un proceso sencillo: llegas, te registras, toman tu muestras, esperas a que la analicen y, una vez que comprueban que tu sangre y tu están aptos para donar, te hacen pasar. La sangre es un tejido conectivo líquido que recorre todo nuestro organismo y cumple con varias funciones vitales. Aún con todo los avances en medicinay tecnología, todavía no se puede fabricas, así que para obtenerse se requieren donadores voluntarios sangre que acepten someterse al proceso.
Personas que han sufrido accidentes, que han perdido sangre en operaciones, pacientes de cáncer, anemia, insuficiencia renal, mujeres con complicaciones durante el parto, entre otros, son quienes más frecuentemente necesitan transfusiones. Pero no solo ellos resultan beneficiados al recibirla, también los donadores, pues la extracción de sangre estimula la producción de nuevas células sanguíneas en el cuerpo, lo que reduce el riesgo de infartos y accidentes cardiovasculares. En el proceso también se depuran los triglicéridos, se limpian los niveles de hierro en la sangre y se mejora el flujo sanguíneo.
