El esqueleto humano consta de 206 huesos y representa alrededor del 12% del total del peso de una persona; por ejemplo, un adulto de 70 kilogramos tiene aproximadamente 8.4 kg de masa ósea. Los huesos se unen entre sí a través de las articulaciones, pero además se mantienen unidos gracias a los ligamentos, tendones y músculos. Los huesos cumplen con tareas muy importantes para el organismos, estas son ser sostén, protección, movimiento, almacén y producción en el cuerpo de células sanguíneas indispensables para la vida.
Durante la niñez, cuando los huesos están en desarrollo, se encuentran compuestos por cartílago flexible y paulatinamente ocurre el proceso de osificación, el cual consiste en la sustitución de dicho tejido por depósitos de fósforo y calcio, así como colágeno. Dicha transformación dura alrededor de 20 años, cuando se dice que se alcanza la madurez ósea y el cartílago ha sido reemplazado por completo. Sin embargo, la construcción de hueso continúa a lo largo de toda la vida, ya que el organismo renueva constantemente el tejido óseo.
