Uno de los inconvenientes si es que asó le podemos llamar, del proceso de hambre-saciedad, es que el cuerpo necesita aproximadamente veinte minutos para hacerle llegar al cerebro el mensaje de que ya no es necesario seguir comiendo. Sin embargo, en muchas ocasiones comemos tan deprisa que una vez que ha transcurrido ese periodo de tiempo ya hemos comido de más. Por este motivo, los profesionales salud nutriólogos, recomiendan comer pausadamente, evitar hacerlo frente a una pantalla, masticar muchas veces los alimentos y saborear la comida, para darle así el cuerpo el tiempo suficiente de avisarnos que estamos satisfechos.
A veces, cuando queremos bajar de peso, recurrimos a trucos como aguantarse el hambre, lo cual es contraproducente para dicho fin, ya que no es raro que terminemos cediendo ante un producto poco saludable o rico en calorías, mientras que por otra parte generalmente se pierde masa muscular y no precisamente la grasa acumulada en el cuerpo.