Cuando vas a un restaurante y quieres crear una estrategia para conservar la línea a pesar de comer fuera, es probable que te vayas directo a la lista de ensaladas o pastas del menú e ignores las sugerencias de carnes creyendo que así evitarás ingerir más grasa. El error es que muchos platillos vegetarianos tienen altos contenidos de grasa, especialmente si están preparados con grandes cantidades de queso, aceite, salsas cremosas o van acompañados de algo frito.
La solución para evitar este problema, es que le pidas al chef que elimine las parte visibles de grasa de la carne, pollo o prescado, y que no los cocine con demasiado aceite. No obstante, no dejes de lado ordenar una ensalada de vegetales verdes que aporten fibras, minerales y vitaminas excelentes para el cuidado de los huesos, piel, uñas y cabello. Aderézala con un poco de vinagre balsámico y limón si lo deseas. Evita los aderezos cremosos.