Esta puede presentarse por múltiples causas: debido a las modificaciones de la función pulmonar durante el envejecimiento que disminuyen el reflejo de la tos, la secreción de moco traqueobronquial, trastornos de la mecánica ventilatoria, falla en la inmunocompetencia, aspiración de secreción ortofaringea durante el sueño, medicamentos como los somníferos y sedantes, presencia de desnutrición, inmovilidad y enfermedades asociadas, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, accidentes cerebrovasculares, diabetes mellitus, insuficiencia cardíaca y alcoholismo crónico, factores ambientales como los cambios estivales y las contaminación; conflictos sociales como una mala red de apoyo familiar, presencia de hacinamientos; epidemias, brotes aislados de virus, influenza u otros gérmenes.
Del total de infecciones adquiridas en los hospitales, de acuerdo con los resultados de un estudio hospitalario realizado, la neumonía ocupa el segundo lugar en frecuencia de infecciones nosocomiales, mayormente en pacientes con compromiso de su inmunidad, cuando toman esteroides, citotóxicos o tienen cáncer o SIDA. Esta infección se infiltra de manera pulmonar después de 48 a 72 horas de haber ingresado.