Protege siempre tu cabello del sol, el viento y la lluvia. La exposición al sol excesivo, el calor, la suciedad, la contaminación, etc. se suma a nuestros problemas de cabello ya existentes. Estos pueden conducir a la acumulación de suciedad, la desecación del cabello y el cuero cabelludo, una mayor susceptibilidad a las infecciones en el cuero cabelludo. Cubre tu cabello con un paraguas o un sombrero.
La gelatina posee propiedades inimaginables para el cabello, las uñas y la piel gracias a su alto contenido en colágeno, queratina y glicina. Entre sus propiedades están reconstruir el cabello, fortalecer los folículos pilosos y aportar sedosidad.