El ser humano tiene la necesidad cada día de consumir alimento para así sobrevivir al obtener energía y nutrientes, como reposición por el gasto que realiza en los mecanismos que lo mantienen vivo o en su respectivo caso para el crecimiento y desarrollo. Actualmente se ha relacionado el consumo excesivo de carne con la aparición de enfermedades como la obesidad, arteriosclerosis, gota, enfermedad coronaria y accidentes cerebrovasculares. Sin embargo esta relación no es del todo cierta, sino lo que sucede es que con frecuencia este tipo de alimento en la dieta de las personas sustituye a otros grupos de alimentos como las legumbres, verduras, hortalizas, pescados y mariscos; por eso se pide con tanta insistencias que se tenga un alimentación equilibrada.
Los pescados son una buena fuente de proteínas de alta calidad, vitamina D, y Yodo. Además son muy ricos en ácidos grasos poliinsaturados omega 3 (puedes conocer más de los beneficios de este complemento en alimenticio y en que alimentos encontrarlos en saludomega3.com), en especial los llamados "pescados azules". Dichos nutrientes son esenciales ya que el cuerpo no puede producirlos, por lo que deben ingerirse a través de la dieta.
El omega 3 es conocido por su papel en la reducción de colesterol "malo" de la sangre y los niveles de trigliceridos, asimismo son precursores de sustancias que ejercen una importante acción preventiva de la enfermedad cardiovascular. El consumo de pescados es especialmente importante en mujeres embarazadas, lactantes y durante los períodos de crecimiento, como en la edad infantil. Por ello, se recomienda el consumo de tres a cuatro raciones semanales.
A su vez, los mariscos son una gran fuente de vitaminas B1 y B2, minerales como fósforo, potasio, hierro, yodo, flúor y zinc. Por otra parte, tienen un contenido elevado en proteínas y bajo en sodio, calorías y grasas saturadas.
