Se recomienda comer poco, pero frecuentemente ya que una alimentación bien distribuida es considerada como una dietas para adelgazar y permite por lo tanto el exceso de grasa, en tanto que una sola comida al día favorece la acumulación de lípidos. También se recomienda evitar el consumo de sal y en cambio incorporar ajo a las comidas, pues evita la formación de placas y favorece la buena circulación sanguínea. Por otra parte, en la tercera edad es momento de decir adiós a los aperitivos entre comidas y sustituirlos por frutas o verduras, ya que no engordan y calman el apetito.
Recuerden que la obesidad implica dos tipos de alteraciones graves, la hipertensión arterial, padecimientos cardíacos, diabetes mellitus e incluso casos de cáncer.
