Esta ocurre cuando la tensión arterial durante y después de cada latido cardíaco es mucho más baja de lo usual, lo cual significa que el corazón, el cerebro y otras partes del cuerpo no reciben suficiente sangre. Como resultado de esto, se puede presentar vértigo o mareo. La mayoría de las presiones arteriales normales están en el rango de 90/60 milímetros de mercurio (mm Hg) hasta 130/80 mm Hg, pero una caída significativa, incluso de sólo 20 mm Hg, puede ocasionar problemas para algunas personas.
- Visión borrosa
- Confusión
- Vértigo
- Desmayo (síncope)
- Mareo
- Somnolencia
- Debilidad
Una disminución repentina en la presión arterial que ocasiona una pérdida breve y súbita del conocimiento (síncope) puede llevar a que se presenten accidentes, incluyendo caídas. Estas últimas son particularmente peligrosas para los adultos mayores. Las lesiones relacionadas con caídas, como una fractura de cadera, pueden tener un impacto dramático en la calidad de vida de una persona.